Las carreras no dan los resultados que los y las jóvenes quieren o buscan en la actualidad. Las redes sociales muestran atajos o mundos que no se estudian en ninguna universidad. No sólo las redes sociales, la vida real también. ¿Qué se estudia para ser CEO, para ser representante de, streamer o coordinador de equipos de trabajo por ejemplo? Lo que nos muestran los estudios de los últimos años es que al salir del bachillerato, la mitad de los jóvenes no tienen claro qué continuar haciendo en sus vidas. Las salidas tradicionales universitarias no convencen a algunos. ¿Qué hacer entonces cuando el horizonte parece nublado?
Desde Trabajo Ninja intentamos solucionar la problemática de «¿Cómo alguien va a elegir una carrera que no sabe que existe?», para esto necesita la Inspiración Vocacional. Justamente el nombre surge con la idea de que a veces parece que uno debe encontrar ese trabajo que está oculto, en la oscuridad, que nadie lo ve, pero está ahí, como un ninja acechando y uno tiene que ser el que se ocupe de encontrarlo.
Retomando, que las universidades no tengan la carrera específica que lleve al trabajo soñado o deseado, no significa que no sirva la universidad. Allí se aprenden muchas más cosas de las que cuenta el plan de estudios. Las habilidades blandas, tan necesarias para el trabajo en equipo y para trabajar en cualquier empresa importante, o para desarrollar tu propio proyecto, son claramente fomentadas en la universidad. Tener que entregar trabajos a tiempo, trabajar con colegas, asistir a clases, participar y escuchar distintas opiniones… esas situaciones generan capacidades nuevas, que en otros lugares es difícil conseguir y entrenar. Además es, en la mayoría de los casos, el primer contacto humano que tenemos con personas que piensan y entienden el mundo de manera parecida a nosotros. Por esto es que alentamos el seguir estudiando, sea lo que sea, y sea dónde sea.
En España, el 40% de los menores de 25 años está en paro. Este dato nos dice que hay algo (o más bien la falta de algo) que no está generando interés. En Orientación Vocacional, cuando se trabaja individualmente, buscamos encontrar motivación y entusiasmo. La palabra entusiasmo remite etimológicamente en sus orígenes a “tener un dios dentro”. Es difícil en la actualidad encontrar ese dios, buscar dentro para ir afuera. Pero no es imposible. Lo más fácil es acusar al mercado, que sí que tiene muchos problemas, pero no podemos quedarnos mirando los problemas sin buscar soluciones. Es importante, retomando lo de las habilidades blandas, hacerse fuerte en buscar y en saber fallar. La solución es la paciencia y la constancia. Todas estas son habilidades sumamente útiles para el desarrollo personal y para elegir una carrera, una vocación.
“La carrera” en sí, es una elección importante porque conlleva elegir lo que vamos a hacer de aquí a tres años, por lo menos, y lo que vamos a seguir desarrollando día a día luego. Es una elección de vida y las elecciones de vida nos brindan experiencias. En ese sentido, las carreras se eligen buscando nuevos desafíos y motivaciones: y tener una experiencia es entregarse a la aventura individual de lo inédito; lo contrario se llama rutina. Entonces a la hora de elegir piensa, ¿qué experiencias te gustaría tener?